Es indudable que oficio del artista escénico cada vez resulta más inútil para una sociedad que en su mayoría lo ven como un lugar para dejar a sus hijos en un jardín, en el país de los 10 millones , cada vez asesinan al artista escénico con su indiferencia. Las plataformas virtuales, el fútbol, las narco novelas, el porno, los héroes de la patria gringos ADVERNGERS, las drogas y la verborrea cristiana, son el pan de cada día de este pueblo anestesiado con múltiples drogas tratando de hacer olvidar de su aburrida realidad de empleados o desempleados.
Ya nadie da un centavo por verse reflejado así mismos como un mutante, menos los que son conscientes de su estado mutante, por lo general los diferentes a los perfectos gente de bien, gente de bien que no ven más allá de su celular el dolor ajeno del desprotegido ¿ para que ir a teatro? no tiene mucha coherencia ver obras con contenidos diferentes al que dicen los medios, en los teatros no se baila choque ni se emborracha, el teatro es un lugar de mamertos castro chavistas que no quieren producir dinero.
Aparte de ello, los pocos estímulos del estado son una vergüenza, nos hacen luchar entre artistas como cerdos para ganar unos pesos, siempre gana más el técnico o las empresas de logística alimentadas por el lavado de activos, en lo único que ven en el artista es una naranja de la cual le pueden sacar el jugo, ahora con esa economía naranja, pretenden aumentarle los tributos a quienes nunca han podido ni dar tributo a ellos mismos.
Solo al artista le queda un opción, dejar que esta cochera y que se destruya, regresar a construir con los que queden vivos después de las masacres sociales, sería bueno que volviera la guerra y esta vez se llevara a la gente de bien que tanto reza , y la gente de mal, a esos ateos zurdos, que se larguen del país, par que hacer arte en un desierto de sordos, mejor esperar a que los sordos mueran sedientos y regresar a enterrarlos, sobre ellos construir un bello teatro y que la puerta sea un epitafio de 10 millones de metros que diga “ aquí yacen los que indiferentes creyeron que la felicidad era olvidar” piros hps.
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